En la actualidad, cada vez son más las personas que optan por tramitar diferentes servicios financieros online, como los Instrumentos Financieros Derivados (IFD) que, ya te adelantamos desde Bnext, tu cuenta online para el día a día, son herramientas utilizadas en el mundo de las finanzas para la gestión de riesgos y para obtener beneficios en el mercado.
Hoy vamos a hablar sobre los instrumentos financieros derivados que pueden ser de gran utilidad a los inversores frente a los riesgos financieros, aunque su uso debe darse bajo un asesoramiento adecuado, si se tiene expectativas de obtener beneficios en el mercado. Pero no es necesario ser un gran inversor, en uno de los ejemplos que te damos al final, entenderás que es un servicio que te puede ayudar en diferentes aspectos financieros. Pero no te adelantes, y empieza a leer desde el principio, es importante que cuentes con toda la información.
¿Qué son los instrumentos financieros derivados?
Los instrumentos financieros derivados son contratos cuyo valor depende del precio de otro activo subyacente, como por ejemplo, acciones, bonos, divisas, entre otros. Es decir, su precio deriva de un activo subyacente, de ahí su nombre. Los instrumentos financieros derivados son utilizados principalmente para la gestión de riesgos financieros, aunque también pueden utilizarse para la especulación financiera. Básicamente es una forma de invertir dinero sacando el máximo rendimiento.
¿Para qué sirven?
Vamos a explicarlo de una forma más sencilla. Los instrumentos financieros derivados son como herramientas que se utilizan en las finanzas, como si fueran una especie de juego. Sirven para que las empresas o las personas se protejan de aquello que pueda pasar en el futuro, como por ejemplo, si el precio de algo cambia mucho o si hay diferentes tipos de dinero.
Además, estas herramientas también sirven para jugar y ganar dinero. Si se usan de la manera correcta, se puede ganar más dinero del que se invirtió al principio. Pero hay que tener cuidado, porque también se puede perder mucho dinero si no se utilizan bien.
Tipos de instrumentos financieros derivados
Hay diferentes tipos de instrumentos financieros que se utilizan para hacer transacciones de dinero y para invertir.
Certificados
Son valores que se negocian en bolsa y replican el comportamiento de un activo subyacente. Por ejemplo, si compras un certificado que replica el índice S&P 500, recibirás un pago en función de la evolución de ese índice.
Contratos por Diferencias (CFD)
Son contratos entre un inversor y una entidad financiera donde se acuerda intercambiar la diferencia entre el precio de compra y el precio de venta de un activo subyacente. Por ejemplo, si compras un CFD sobre una acción de Apple, ganarás dinero si el precio de la acción sube y perderás dinero si baja.
Opciones
Son contratos que otorgan un derecho para el comprador y una obligación para el vendedor a comprar o vender el activo subyacente en una fecha y precio determinados. Por ejemplo, si compras una opción de compra sobre acciones de una compañía, tendrás el derecho de comprar esas acciones a un precio fijo en una fecha futura, sin la obligación de hacerlo si no quieres.
Futuros
Son contratos por los que se acuerda intercambiar una cantidad específica de un activo subyacente en una fecha futura a un precio previamente establecido.
Warrants
Son contratos que otorgan el derecho a comprar o vender un activo subyacente a un precio fijo en un plazo determinado. Por ejemplo, si compras un warrant de una compañía, tendrás el derecho de comprar o vender sus acciones a un precio determinado en el futuro.
Swaps
Son contratos donde las partes se comprometen a intercambiar flujos de efectivo en fechas futuras. Por ejemplo, una empresa puede acordar con un banco intercambiar una tasa de interés fija por una tasa de interés variable en un contrato de swap.
Ejemplos de instrumentos financieros
Los casos de uso de los instrumentos financieros derivados en el mundo de las finanzas son comunes y fáciles de ubicar; ahora bien, para entender de qué forma son utilizados por los inversores, podemos situarnos en los siguientes escenarios hipotéticos:
– Supongamos que una granja quiere vender su cosecha de trigo por un precio fijo, pero no sabe cuánto valdrá el trigo en el mercado en el futuro. Entonces, la granja puede hacer un contrato de futuros con un comprador que se compromete a comprar el trigo a un precio fijo en una fecha determinada.
– Alquiler con derecho a compra de una vivienda: Imagina que una familia quiere comprar una casa que vale 200.000€, pero no tiene suficiente dinero en ese momento para la entrada de la vivienda y todos los gastos que conlleva. Entonces, pueden hacer una opción de compra con el dueño de la casa, la alquilan y les da el derecho de comprar la casa por 200.000€ en una fecha determinada en el futuro.
Hemos querido daros dos ejemplos claros y concisos que resumen muy bien los derivados como instrumentos financieros. Pero no te preocupes, si tienes tu cuenta en Bnext, siempre estaremos ahí para asesorarte y hacer crecer tus ahorros.