Cuando se habla de arrendamiento puro y arrendamiento financiero es posible que en algunos casos se confundan ambos términos, por eso es muy importante conocer sus principales diferencias. Al firmar un contrato de cualquier tipo es crucial saber qué obligaciones estamos tomando: esto nos permitirá obtener el máximo beneficio posible y reducir los riesgos.
Desde Bnext queremos que cuides tu dinero y lo hagas rendir al 100%. Por eso, vamos a informarte sobre cuáles son las principales diferencias entre un arrendamiento puro y un arrendamiento financiero. No dejes pasar esta oportunidad de conocer cada detalle sobre estas dos operaciones.
¿Qué es un arrendamiento puro?
Un arrendamiento puro es un contrato convencional de alquiler de un bien mueble o inmueble, mediante al cual el arrendador (propietario) le otorga al arrendatario (quien alquila) el uso y disfrute de un bien en concreto durante un período de tiempo determinado.
A cambio de ello, el arrendatario debe pagar una cuota mensual y cumplir con el resto de las exigencias del contrato, como el cuidado del bien y de los gastos que genere dicho bien. Al finalizar el contrato de arrendamiento puro, el arrendatario puede optar por devolver el bien al arrendador o por renovar el contrato de alquiler.
¿Cómo funciona el arrendamiento financiero?
En el caso del arrendamiento financiero, el contrato establece que el arrendador cede al arrendatario un bien mueble o inmueble por un período determinado, también a cambio de una cuota mensual y del cumplimiento de las exigencias del contrato. Pero el cambio principal se encuentra en el momento de finalizar el contrato.
En el arrendamiento financiero, también conocido como leasing o alquiler con opción a compra, el arrendatario tiende la opción de adquirir el bien al terminar el contrato. Para ello, deberá hacer frente al valor de venta estipulado en el contrato más los gastos relacionados, pero descontando lo abonado en concepto de cuota mensual durante el contrato o un porcentaje de esa suma, dependiendo del acuerdo al que hayan llegado ambas partes.
Por tanto, el arrendamiento financiero supone una forma de ahorro mensual que permite llegar a la adquisición de un bien mueble o inmueble, sin tener que abonar la totalidad de su valor en un primer momento.
Diferencias entre arrendamiento puro y arrendamiento financiero
En líneas generales, las principales diferencias entre arrendamiento puro y arrendamiento financiero son las siguientes:
- En el arrendamiento financiero existe la opción de compra al terminar el contrato, aunque también es posible devolver el bien o renovar el contrato. En el arrendamiento puro no existe la opción de compra.
- El arrendamiento financiero o leasing supone que el arrendador está dispuesto a vender el bien al finalizar el contrato y que el arrendatario tiene interés en comprarlo. El arrendamiento puro es un contrato de alquiler sin otras implicaciones, solamente permitir el uso del bien por un plazo determinado a cambio de una cuota mensual, sin que se establezca la posibilidad de un cambio de titularidad.
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