Saber cómo se calcula la tasa interna de rendimiento, también conocida como Tasa Interna de Retorno (TIR), es importante para conocer cómo está funcionando tu negocio. Es un indicador clave que te permitirá conocer el porcentaje de beneficio o de pérdida de una inversión.
Ya sabes que desde Bnext, tu cuenta online para el día a día, buscamos ampliar tu educación financiera, aportando nuevos conocimientos para que puedas aprovechar al máximo tu dinero como ya hicimos en esta guía de términos financieros clave. En esta ocasión, vamos a explicarte cómo se calcula la tasa interna de rendimiento y cuál es la importancia de este indicador.
¿Qué es la tasa interna de rendimiento?
En líneas generales, esta tasa mide la rentabilidad de una inversión, indicando el porcentaje de beneficio o de pérdida que tendrá la misma.
El resultado obtenido nos permite determinar si vale la pena invertir en un negocio o emprendimiento determinado, al compararlo con otras alternativas de inversión de menor riesgo.
¿Cómo se calcula la tasa interna de rendimiento?
Para saber cómo se calcula la tasa interna de rendimiento debes tener en cuenta los siguientes aspectos:
Valor final esperado de ventas (B)
Es la cantidad que se espera recaudar a partir de las ventas y los ingresos relacionados con el proyecto.
Valor inicial (A) o costes operativos
Es el valor estimado del proyecto en su comienzo, teniendo en cuenta los costes operativos necesarios para ponerlo en marcha.
Fórmula para obtener la tasa interna de rendimiento
Ahora vamos a ver la fórmula que deberíamos de llevar a cabo:
H4 B – A= X / A (100)
Esto significa que se debe restar el valor inicial (A) al valor final esperado (B). El resultado obtenido se divide ahora por el valor inicial. Por último, la cifra conseguida se multiplica por 100, con el objetivo de obtener la tasa en una medida porcentual.
Tasa interna de rendimiento: Ejemplo
Para entender mejor cómo se calcula el TIR, veamos un ejemplo práctico de un proyecto inmobiliario de construcción y venta de pisos.
Para calcular el valor final, partimos de la venta de ocho pisos con un valor de 500.000 euros cada uno, en un plazo de doce meses desde la compra del terreno. Esto significa que el valor final (B) será 4.000.000 de euros.
Por otro lado, para calcular el valor inicial (A), hay que considerar la compra del terreno (1.000.000 euros), la demolición de la obra anterior (100.000 euros), la construcción de los nuevos pisos (2.000.000 euros), los gastos relacionados con trámites y permisos (100.000 euros) y las ganancias de la empresa constructora y la inmobiliaria a cargo de la comercialización (500.000 euros). En total, el valor inicial asciende a 3.700.000 euros.
Si aplicamos la fórmula para calcular la tasa interna de rendimiento, vemos que la ganancia neta de la operación será de 300.000 euros (4.000.000 – 3.700.000). Al dividir este resultado por el valor inicial, obtenemos 0,081. Por último, la tasa porcentual se consigue al multiplicar este valor por 100. De esta manera, la tasa interna de rendimiento será del 8,1%.
El valor de la tasa muestra que este proyecto no alcanzará una rentabilidad elevada para los inversores. Por tanto, se puede valorar analizar otra inversión inmobiliaria que cuente con mayor rentabilidad.
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