Diferencias entre un crédito y un préstamoTiempo de lectura 6 minutos

Por Bnext
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Si no estás muy metido en la jerga de las finanzas probablemente todo te suene un poco a lo mismo. Estamos acostumbrados a oír terminología financiera un poco por todos lados y a utilizarla un poco de andar por casa, pero si nos ponemos serios, ¿sabemos bien de lo que estamos hablando y lo que implica?

Igual que el azúcar y la cayena sirven para darle sabor a tus creaciones culinarias, y los tacones y las botas de montaña te permiten andar por el mundo, el resultado de usar unos en lugar de otros es bastante diferente, ¿no te parece? No querríamos verte añadiendo cayena a tu café de las 8 de la mañana ni aparecer en los Pirineos con los stilettos que te pones cuando te vas de boda. ¡Desastre total!

 

¿Préstamo o crédito? Gran pregunta…”¿qué más da, no es lo mismo?”

ejemplo de poder adquisitivo

Pues la verdad es que no, y saber o no diferenciar uno de otro y meterte en el equivocado puede llevarte a realidades paralelas y desagradables, si lo que te gustaría es estar justo al otro lado. 

Si necesitas dinero, no queremos que te metas en un lío; y si simplemente te apetece aclarar tus dudas, estamos encantados de saciar tu sed de conocimiento.  

¿No sabes por dónde empezar? Te damos las claves básicas para que te decidas por la mejor opción. Un préstamo y un crédito son productos financieros similares pero no iguales. Al igual que no te gusta que te confundan con tu prima en las bodas, mírales a los ojos y presta atención a sus diferencias, sutiles…o no tanto.

 

¿Préstamo o crédito? ¡Encuentra las diferencias!

No queremos torturarte, ¿vale? La vida ya es lo suficientemente difícil. Las diferencias principales son cinco, y te las explicamos clarito a continuación para que no te pierdas.

  • Prestamista y prestatario

Empecemos por el principio, enterarnos cuál es nuestro bando. El primero es quien concede la financiación (la entidad que presta el dinero), y el segundo quien la recibe (tú mismo).

  • Préstamo y crédito ¿qué son?

Ambos son formas de financiación a la que pueden recurrir los usuarios en un momento de necesidad. Ese eres tú cuando necesitas pasta en momentos vitales concretos, aunque diferentes. De esta manera tienes acceso a una cantidad de dinero por la que pagarás intereses en su devolución.

  • Acceso

Aquí viene la primera gran diferencia. Cuando te conceden un préstamo, es como si rompieras la hucha, dispones todo el dinero de una vez. En cambio, cuando te conceden un crédito te ofrecen una cantidad disponible, que tú irás retirando para utilizarla según lo necesites. Y si finalmente no la necesitas toda, no tienes por qué retirarla.

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  • Amortización

Significa la devolución del dinero prestado. En el caso del préstamo, el prestatario devuelve esa cantidad junto con los intereses pactados. Se fija un plazo de amortización determinado para la devolución, y esta se efectúa en cuotas regulares (mensuales, trimestrales, semestrales…) a lo largo de ese plazo, y normalmente no puede devolverse antes sin pagar una comisión por cancelación anticipada. Por lo tanto, la vida del préstamo tiene una duración predeterminada, generalmente de 2 años, que suele ser mayor que la del crédito.

El crédito, por su parte, suele contar con condiciones de amortización más flexibles y un plazo más corto también. Eso significa que normalmente lo devuelves en menos tiempo y las cuotas no están tan estipuladas, o incluso puede que te dejen devolver una parte o todo antes de lo previsto, sin pagar más por ello.

  • Intereses

Es lo que pagarás en cuotas por utilizar el dinero prestado. En el caso del préstamo, pagarás intereses por todo el dinero que te concedan. Aunque los intereses de los créditos suelen ser más altos que los de un préstamo, en su caso solo se paga por la cantidad de dinero utilizada, aunque sí puede que se apliquen comisiones por el saldo no dispuesto, es decir, el dinero que tengas disponible en la línea de crédito pero que no utilices finalmente. 

  • Disponibilidad

Una vez que hayas terminado de pagar el préstamo, la operación se considera terminada y no dispones de más dinero. Si quisieras hacerlo, tendrías que contratar un préstamo nuevo desde el principio. Con los créditos, en cambio, podrás seguir disponiendo de más dinero según lo vayas devolviendo, dentro del límite de crédito que te hayan concedido. Normalmente, además, se renuevan cada año para que vuelvas a tenerlo disponible sin tener que iniciar una nueva solicitud. ¿El ejemplo más claro? Las tarjetas de crédito de toda la vida.

  • Finalidad

Último punto pero puede que el más importante, porque determinará que te decantes por una u otra opción. Los préstamos y los créditos tienen las características que te hemos descrito porque están pensados para usos totalmente diferentes, y ahí es donde radica la gran decisión.

Los particulares solemos pedir un préstamo para adquirir un bien o servicio concreto y que conocemos con antelación, como comprarnos un coche, pagar un máster, hacer una reforma en casa, etc. También para hacer una inversión considerable, por ejemplo si quieres abrir tu propio negocio.

Los créditos, en cambio, son de uso más puntual e improvisado. Sirven para hacer frente a un gasto inesperado, o cuando nos falta liquidez (dinero contante y sonante listo para utilizar), por lo que normalmente son más indicados para autónomos y PYMES, que pueden tener que hacer frente a gastos más inesperados que los particulares. Dicho esto, si eres un particular y necesitas una inyección de dinero rápido para pagar un gasto imprevisto, como un cambio de casa, o incluso unas vacaciones, los créditos también son para ti. Eso sí, mucho ojo a la letra pequeña porque, aunque se trate de dinero rápido y fácil de pedir que un préstamo, los intereses suelen ser elevados y puede que también cambiantes según lo vayas devolviendo.

Hasta aquí nuestra entrega por hoy del diccionario de finanzas de Bnext, esperamos que no se te vuelva a poner cara de póker cuando oigas hablar de plazos, cancelaciones y prestatarios, o que hagas como que te llaman al móvil para librarte de la conversación…ya ves que todo es más fácil y cuando te lo explican desde el principio.

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