¿Te acuerdas de cuando hacías los cuadernos de vacaciones? No vamos a dar nombres, pero seguro que ya estás cantando la canción…
Desde luego que era duro ponerse a hacer deberes de pequeño cuando te levantabas a las once y te pegabas un atracón de tele así, a cerebro descubierto. Días enteros de piscina, jugar en la calle hasta las tantas, aburrirse a ratos….Si no hubiera sido por los cuadernos de vacaciones que le daban algo de orden y concierto a tu salvajismo veraniego, volver al colegio en septiembre habría sido el más duro de los traumas. Ni rastro alguno de las operaciones matemáticas que aprendiste el año anterior, ni de la ortografía y el buen escribir en tu cerebro, el peor de los comienzos de curso, ¡vaya! Gracias a los cuadernos de vacaciones (y a tus padres, abuelos o hermanos mayores que te sentaban otra vez en la silla cada vez que te querías escapar a por la merienda sin haber terminado los deberes), hoy en día eres una persona responsable de los pies a la cabeza. Bendito verano con tres meses de vacaciones, eso sí era vida…
Cuaderno de vacaciones Bnext
Pasado el rebrote nostálgico y de vuelta al mundo de los adultos y de la lucha por la eficiencia cerebral, esa a la que todos aspiramos con ilusión en la era de las redes sociales, desde Bnext estamos aquí para ser tu cuaderno de vacaciones. Sin amenazas de quedarte sin piscina ni ejercicios para colorear, versión 2.0 comprimida y adaptada a los tiempos que corren y los temas que nos interesan (o persiguen); para asegurarnos de que no caemos en el abandono veraniego total y que no haya que empezar en septiembre desde cero con las lecciones de economía.
En Bnext ya hemos cubierto unas cuantas y estamos más que orgullosos de tu progreso, así que aquí va una nueva entrega para introducir conceptos y despertar neuronas a la vuelta de la playa. ¿Sobre qué? Pues sobre seguros, que no iba a ser todo chiringuitos, palas y pescaito frito este verano, ¡así es la vida!
Esperamos que hayas sacado un 10 y, si no, ya sabes que puedes repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que atraviese la costra de arena de playa, sal y bronceador que ya has debido dejarte crecer a estas alturas del verano. Ya sabes, ¡primero la obligación y luego la devoción!, o eso decían en mi casa.
2 Comentarios
EXCELENTE MODALIDAD DE TEST
Nos alegra que te guste el contenido 🙂