Si te compraste un piso y solicitaste una hipoteca a un plazo de, por ejemplo, 20 años porque en aquel momento eras el optimismo hecho persona, pero ahora le estás viendo las orejas al lobo… No te preocupes, puedes pedir una ampliación de la hipoteca, tanto del capital como del tiempo.
Esta ampliación de la hipoteca no se tiene que confundir con la moratoria hipotecaria. ¿Sabes qué es la moratoria de una hipoteca? En términos generales es solicitar un aplazamiento de los pagos de tu hipoteca. Se trata de una flexibilidad que ha entrado en vigor a raíz del Covid con el objetivo de desahogar un poco a aquellas personas que realmente no estaban consiguiendo pagar sus cuotas.
El caso de la moratoria de hipoteca está recogida para tres inmuebles:
- Vivienda habitual.
- Vivienda de alquiler a un tercero, siempre y cuando la renta se haya dejado de pagar después del estado de alarma.
- Inmueble de uso laboral.
Sin embargo, este aplazamiento no está al alcance de todo el mundo. ¿Quién puede solicitar la moratoria?
- Quien tenga una cuota hipotecaria que, sumada a los gastos, supere el 35% de los ingresos netos de la unidad familiar.
- Aquellas personas a las que el esfuerzo que le supone la vivienda se hayan multiplicado por, al menos, 1,3 respecto a lo que les suponía antes del Estado de Alarma.
Para saber más sobre las condiciones para solicitar la moratoria de la hipoteca, consulta la página oficial del Gobierno de España. No te duermas en los laureles porque este aplazamiento de las hipotecas estará disponible solo hasta el 30 de marzo de 2021.
Sin embargo, si no estás en el grupo anterior, no está todo perdido. Si eres propietario de una vivienda, puedes pedir una ampliación de la hipoteca, independientemente al Covid, y eso es lo que te vamos a explicar.
¿Qué ampliación de la hipoteca puedo pedir?
Lo primero que tienes que hacer es ir a buscar el contrato que firmaste ante notario. Es más que probable que hayas olvidado este apartado, pero con casi total seguridad las condiciones para solicitar la ampliación de los pagos o los años de tu hipoteca estarán reflejados en ese documento. Busca la palabra “novación” que es el término técnico que recibe.
Si no consigues dar con ellos, ponte en contacto con tu gestor de oficina o con la persona del banco que gestionó tu hipoteca. No tardarán ni 10 minutos en despejarte todas tus dudas.
Si estás pensando en pedir una hipoteca, y este tema es uno de los que más te preocupan, recuerda enviar esta consulta cuando estés enviando toda la documentación inicial que se te solicitarán. En el caso de que hayas dejado la búsqueda de la mejor hipoteca en manos de un experto como Helloteca, cuéntale también que estás interesado especialmente en saber si la petición de un aplazamiento hipotecario es una de las cláusulas que cumplen los bancos que te van a contactar.
Lo normal es que sea algo que tu banco tenga contemplado y, a priori, no te pondrán demasiadas trabas. Eso sí, no todo el mundo consigue la ampliación de la hipoteca. Para ello tendrás que pasar un estudio donde se tendrán en cuenta temas como: tu nivel de riesgo, cuánto tiempo llevar pagando, cuánto te falta por pagar o tus ingresos. Ten en cuenta que es posible que tu banco te cambie ligeramente tus condiciones, y entre esos cambios puede estar el incremento de tu interés.
Una vez que has pasado los trámites burocráticos y que tu banco, efectivamente, hace aplazamientos de hipoteca, tendrás que decidir de qué tipo lo quieres:
- Ampliación de capital. Es decir, que te presten más dinero del que inicialmente solicitaste.
- Ampliación de cuotas. Que haya un aplazamiento en cuanto a los años. Si habías firmado devolver la hipoteca en 25 años, quizá ahora te interese devolverla en 30.
En el segundo caso, tienes que tener en cuenta que no podrás ampliar el pago hasta el infinito. Es decir, rara vez se permite una ampliación de cuotas donde la persona que paga la hipoteca termina de pagarla con más de 70 años.
Ahora que ya sabes qué es esto de la ampliación de la hipoteca, empieza a hacer cuentas y no te preocupes, hay mucha gente que opta por esta solución cuando deciden invertir parte del dinero de su cuota hipotecaria en, por ejemplo, una reforma. También es verdad que hay otras opciones más sencillas como pedir un préstamo o un crédito a medida para esa partida de dinero extra con la que no habías contado.
